AGRADECIMIENTOS
Agradezco a
mi mujer, Danuta, por aguantarme y apoyarme durante todas las horas cuando ni siquiera me daba cuenta dónde yo estaba, porque estaba entre las palabras;
al arquitecto Ernesto Vargas Cardoso, quien me enseñó las primeras palabras quechuas y el amor a la lengua cuando era un escolar;
al profesor Marian Małowist, por enseñarme que sin la lengua hablada por los Inqas no comprendería nada de su cultura y su historia;
al profesor Tadeusz Łepkowski, por enseñarme a aceptar lo que no entendía en una lengua y una cultura;
a la Universidad Hebrea de Jerusalén, por financiar mis investigaciones de la lengua y cultura incaicas;
al profesor Mariusz Ziółkowski, por apoyar y financiar la página RUNA SIMI TAQI a través del CENTRO DE ESTUDIOS ANDINOS DE LA UNIVERSIDAD DE VARSOVIA EN EL CUZCO;
al mago Jarosław Serafin, quien transformó mi base de datos en la presente página web.
Sin la ayuda de todos ustedes, y de muchos otros desde el siglo XVI hasta hoy, que no puedo enumerar, jamás lograría producir este Runa Simi Taqi.
Tukuy sunquywan añaychakuykichik munaychakuykichik ¡wawqi-panachayyá!